Un día como cualquier otro cierto joven adulto vuelve a su hogar tras su monótona rutina. Para calmar un poco su estrés relee su volumen favorito de cierto manga, a la vez que admira a su personaje favorito de la obra. Pero tras una fatídica muerte, ocurrida poco después, su alma se fundió con la de la vil luna superior. Otorgándole a este demonio conocimientos de los acontecimientos por venir en su futuro y un modo certero de cambiar su destino. Yo no soy el dueño de Kimetsu no yaiba, crédito a la autora. Espero disfruten la historia y perdonen las faltas de ortografíaAll Rights Reserved