Dicen que, cuanta más atención recibes, menos visto eres. Vanya lo sabía muy bien. Sus seguidores y amigos no le querían a él, querían a la imagen distorsionada que él mismo había puesto en sus pantallas. Internet es un arma de doble filo. Todos saben quien es. Excepto ella, ella no lo sabía. Tampoco le importaba. No quería nada de lo que esa persona pudiera ofrecerle. Solo quería volver a casa. Y Vanya nunca había tenido un hogar. Era absolutamente imposible que él fuera lo que ella necesitaba. Pero sus ojos, que le miraban a él y no al personaje, eran lo que, sin saberlo, había estado buscando.