Darse cuenta de dónde están los límites de la amistad y el amor nunca es tarea fácil pero cuando encima se interpone una tercera persona la tarea es aún más complicada
No merezco ser la amiga de la infancia de Kazutora, no lo fui a ver cuando estaba en el reformatorio, pero, cuando la vida te da otras oportunidades, hay que aprovecharlas...incluso si significa ser cómplice del asesino de un amigo.