Yas Queen

Marinette había pasado por muchas cosas para poder vivir sus sueños. Había trabajado duro, se había peleado con máquinas de coser de segunda mano que parecían ser el hogar de un espíritu endiablado que la odiaba y no la dejaba dar puntada con hilo. Había cursado sus estudios sin tregua ni descanso, negándose a que un suspenso fuera un obstáculo entre su libreta de diseños y ella. Había peleado como una gladiadora en los outlet de telas y materiales y se había roto el brazo en el campo de batalla. Marinette había hecho de todo para cumplir su sueño de ser diseñadora y estaba tan, tan cerca... Que fue su propio cerebro el que le cerró las puertas.
Con un bloqueo del tamaño de la Torre Eiffel, Marinette estuvo a punto de romper su mesa de trabajo después de darse tantos cabezazos. No fue hasta que Alya la rescató en contra su voluntad y la arrastró a un club lleno de luces de neón que todo cambió. Porque ahí estaba Chatte Noire, con su cabellera rubia, sus taconazos de aguja y sus pestañas imposibles, dispuesta a ponerle el mundo de cabeza. ¿Y quién mejor que una drag queen para hacerla ver más allá del arcoíris?

Esta novela participa en el reto #marinettemarch2023