Cuando empiezas a sentir la calidez del amor propio, que te brindas, cuando empiezas a sentir esa seguridad en ti misma, cuando crees ser independiente y vuelves a brillar mejor que antes, ves que el sol vuelve a salir para ti, y crees que la vida si te quiso dar la oportunidad de decir que no es tan mala como parece, pero una vez más, llegan los errores y con ello, la recaída.
Vuelves al mismo hoyo, al mismo punto, te embargas en un ciego amor y profunda dependencia emocional, quieres salir de ahí, quieres alejarte de el, de esa persona que sabes que te hace daño, pero hay un hilo que los ata quizás para toda la vida o quizá hasta cuando uno de nosotros dos tenga la suficiente voluntad como para salir de este círculo vicioso.
Porque si. Yo, Sidney Wetsler, estoy metida hasta en lo más profundo del hoyo que yo misma cabe, estoy metida hasta en las entrañas de este amor profundo que tengo por el, por aquel chico que conocí en un peculioso lugar, ¿y cuando lo sabrán? más adelante eso lo puedo asegurar.
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.