Amber es una chica de 19 años, extrovertida, simpática y segura de sí misma, aunque está muy lejos de ser la chica perfecta y sin problemas que todos creen. Una niñez que no lograba recordar y unas pesadillas que la guían hacia la verdad de su pasado, desencadenarán una serie de problemas difíciles de solucionar.
Hunter es un chico de 24, arrogante, engreído y problemático, a raíz de una violenta adolescencia que le lleva por un oscuro camino que desemboca en cárcel. Él no es nada parecido a un buen chico, todo lo contrario, es un chico malo, un chico malo de verdad, pero quizás todo cambie cuando conozca a Amber, la que se convertirá en su mayor deseo.
Juntos vivirán una historia llena de amor, pasión y deseo, donde el miedo, sus vidas pasadas y las luchas interiores serán sus mayores obstáculos. Los dos tienen un pasado que les enseña lo duro que puede ser si se lo propone, pero ninguno está dispuesto a perder al otro.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.