- ¡Forro del orto, sali de mi asiento! - Le grité al pelotudo este ¿Quién lo junaba? - ¡Para perra! - Me respondió sacándome la lengua. - ¿Quién te conoce, gil? - Pregunto frunciendo el ceño. - Tu vieja - Dijo cagándose de la risa. - ¿Podes salir de mi asiento, negro del orto? - Pregunto tirándole del brazo. - Callate puta sucia - Me dijo comiendo unos pochoclos. - ¿Puta? ¡Puta tu vieja, pelotudo! - Le grito y lo saco de MI asiento para sentarme en él. - ¡Salí de mi asiento, negra del pozo! - Dijo señalándome. - ¡Chúpame la concha, boludo! -. - ¿Enserio querés que lo haga? - Preguntó con una sonrisa traviesa. - ¡Callate indocumentado, anda a sentarte y deja de hablarme que me das sarna! - Recrimino haciendo una mueca. - ¡Y vos me das ébola! - Me grita cruzándose de brazos. - ¡Y a mí al verte me sangran los ojos! - - ¡Y yo lloro pijas de lo horrible que sos! - - ¿Sabés que quiero? - Pregunto. - ¿Qué te la meta? - Pregunto riendo. - ¡QUE TE LARGUES QUE ME DAS SARNA! -.