Nikolái nunca ha estado en la legalidad, tampoco ha tenido un hogar, dos cosas a las que debe enfrentarse tras la disolución de los cincuenta. Tiene un empleo, la oportunidad de soñar con una nueva vida y el peso de un pasado doloroso. Ninguno de ellos causa tanta curiosidad como su vecina. Una despampanante mujer con grandes curvas, pero que las cubre con desastrosas y largas faldas. El primer encuentro le indica que debe huir, Ana Lucia es un nudo de problemas y él no tiene tiempo, paciencia o interés en ayudarle ¿Oh si?