Macaque estaba siendo retenido por los monos del magnífico rey mono, conocido por miles por ser una deidad perteneciente al dios sol, pero este pequeño macaco no era deseada por los de su misma especie, tampoco considerado digno de haber sido creado para estar a la par de su contraparte. Por ello fue condenado a pasar toda su vida entre las sombras, despreciado y exiliado hacia los límites de las fronteras, convirtiendose en una máquina asesina siendo controlado por lo ancianos a espaldas del rey. Lastima que los secretos no perduraron para la eternidad, ni muchos menos para alguien como Sun Wukong.