La vida me ha enseñado que hay que vivirla, disfrutarla y divertirse en el camino, que no todo es para siempre y hasta el árbol más fuerte puede caer con una simple brisa. De la muerte he aprendido que es impredecible y que puede tocar la puerta de cualquiera, que nadie se salva de ella, que tarde o temprano te llega ese momento. Creí que ese era el momento de mi final y que todo lo que había luchado sería en vano.... Me habían encontrado.