Una Invitación Al Pecado

Desde niña siempre pensé que el principe azul, iba vestido de un conjunto azul o blanco, que la frase: comieron perdices y vivieron felices significaba que todo les fue más que estupendo.

Mi vida estaba inspirada en aquellos cuentos, hasta que le conocí a él, era todo lo contrario a un principe.

Hades McNight era como el mismo fuego en la piel, pero las quemaduras te producen un placer de locuras y te incita a cometer unas que las anteriores.

Yo Tessa BlackWhite, no quería quemarme, no sabía que él era fuego, pero me quemé de todos modos, me quemo y me quemaré supongo que hasta que uno de los dos se canse del otro y no hay ni un 1% de posibilidad de que eso pase. Las ganas que nos tenemos y la confianza que depositamos en el otro, nos hizo una pareja única, épica entre las demás, de esas de las que se preguntan ¿Joder, todavía siguen juntos?

El podía ser el fuego en el que todas querían quemarse, pero él bien sabe que solo una pelo prende de la manera que a él le gusta, por que...yo Tessa BlackWhite, soy su gasolina.