Un Vigilante que se retira por cuenta propia, y no bajo circunstancias misteriosas, no es una ocurrencia común. Tanto así que Haymitch no ha visto nada así en sus 13 años como mentor.
Pero es el quinto y último año de Aria Ravenstill cómo Vigilante Jefe de los Juegos y ha prometido dar unos Juegos memorables.
Y justo cuando Haymitch sabe que tiene demasiadas cosas con las que lidiar, un chico y una chica llendo a una muerte inevitable y más cruel de lo usual, una nueva sorpresa surge y promete ser el dolor de cabeza más grande con el que ha tenido que lidiar: Effie, la nueva y empedernidamente optimista escolta del Distrito 12.