La muerte es el final o al menos debería serlo para todos, no para mí aparentemente. Reencarnado en un mundo de superhéroes que pelean día tras día con locos villanos en cada esquina, sobreviviendo a peleas desastrosas poniendo en riesgo su humanidad y fe. Luego estoy yo, con un sistema basado en un juego de plataformas tratando de vivir mi nueva vida mientras protejo lo poco que me quedo de familia.