Amo el olor de su cuello, porque me sigue recordando al chico que me salvó, al alfa que me enseñó el amor, y al cual le debo mi vida, no me he dejado de odiar, y no he dejado de llorar cuando me siento solo, pero con el tiempo, puedo por fin tener las fuerzas de levantarme de la cama, para poder sonreír, y darle la mano a mi novio sin sentir miedo a que todo salga mal, porque me da la suficiente inspiración de poder besarle y escribir un libro entero de nuestro amor, incluso si mi odio permanece pegado a mi corazón.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.