Yo creo en las historias de amor, creo en los finales felices. Un caballero que corteja a su damisela, su gran amor, logrando salvarla de las garras del temible dragón.
No obstante, el amor necesita expresarse, debes decirme que me amas, que me necesitas. Debe nutrirse, solo con los ingredientes exactos para crecer sano y fuerte. Deben hacerse sacrificios... hay que romper la canasta de huevos para preparar un omelette. Eventualmente sabrás que todo lo que hago, lo hago por nuestro amor, todo lo que hago, lo hago por ti amor.
Esta es la historia de Thomas, un hombre joven sin interés por la vida, después de terminar una relación en la cual con el tiempo se da cuenta que fue la más importante para el, inicia un sin fin de malas decisiones y acciones por lo que se percata que es una persona manipuladora deshonesta, seductora, desleal, misántropa, sociópata, cleptómano, alcohólico, drogadicto, autodestructivo, egocéntrica, corrupta, racista, mitómana, cobarde, rencorosa, lujuriosa. El Alcohol y la droga son sus mejores aliados en esta autobiografía personal la cual empieza a meditar sin dejar de recordarla volviéndose poco a poco una obsesión la cual lo convierte en un asesino psicópata sin retorno.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".