- No es fácil tener una de las mentes más brillantes del mundo, y arruinar todo por no saber cómo explicar las cosas que hay en ella. No es fácil ser yo. No lo es. Si no conociera a Sherlock Holmes aseguraría que una lágrima apareció en su ojo. Aseguraría que cada palabra que me está diciendo es verdad, y que quiere algo más que usarme como modo de descarga de tensión por uno de sus casos. Pero lo conozco. Lo conozco más que nadie, y más que nadie me arrepiento de ello. Mi nombre es John Hamish Watson, y soy uno de los tantos seres humanos a los que Sherlock destruyó por completo.