Una Antología de Banana Fish:
I. En la víspera de su duelo final contra Arthur, Ash se permite buscar una exhibición simple y directa de afecto, algo que le recuerde que vale la pena vivir, a pesar de las dificultades y el dolor. Que esta venga de mano de Eiko, era sólo el orden natural de las cosas.
II. Sing creía que el amor podía tener dos caras muy distintas, y era algo que había vivido en carne propia durante esa semana, más de una vez. En sus charlas con Ash, donde el amedrentado lince parece sólo saber decir que vienen de mundos diferentes; y con las que tiene con Eiko, quien parece increíblemente decidida a eliminar cualquier barrera que los pueda separar.
II. Cuando la vida se está escapando de las manos de Ash, se encuentra en un lugar que sólo puede describir como el limbo. Y, a diferencia de lo que la biblia pudiera intentar decirle; no hay un dios ni un demonio listos para recibirle, en cambio- está él mismo.