¿Qué tienen en común una Slytherin y una Gryffindor? ¡Acertaron! Nada. Hermione Granger y Pansy Parkinson están lejos de detestarse: se odian a muerte. Desde el primer día, Pansy le ha hecho la vida imposible a la princesa de Gryffindor por ser una hija de muggles. Hermione intenta ignorarla, y al mismo tiempo, devolverle cada una de las que le ha hecho la reina de Slytherin de forma discreta pero contundente. Pero cuando cierta información privada de Hermione que vale oro llega a manos de Pansy, la pelinegra no desaprovechará la oportunidad de su vida para torturar a Hermione por el resto de su vida escolar. Mientras Pansy procede con su maligno plan, Hermione tratará de encontrar una manera de librarse de la serpiente de una vez por todas. Después de todo, ellas se odian al grado de querer lanzarse la maldición asesina a si mismas antes que pasar tiempo juntas. ¿No?