Audrey Miller nunca pensó que su vida daría un giro tan radical. A sus dieciocho años, no tenía idea como cuidar de un bebé. Hoy, a sus 20 años, ya es toda una experta en biberones y en pañales. Pero había algo que nunca pudo aprender, ¿cómo dejaría ir esos recuerdos? ¿cómo podría olvidar a quien le había dado el regalo más grande de su vida? Tenía que acabar con todo esto, pero cada vez que cerraba sus ojos, escuchaba su voz diciendo "No me dejes ir".