Daella Arryn, segunda con el nombre, Princesa de las montañas y el Valle, sabía que frente a todo el mundo ella era una joven imprudente. Nunca seguía las reglas que las Septas de la fortaleza roja la obligan aprender, apenas y podía pronunciar dos palabras en alto valyrio y se negaba rotundamente en montar el dragón de su adorada prima. Pero todo se olvidaba por el simple hecho de que era la luz de los ojos de su querida tía. Para nadie era un secreto que la joven no solo heredo el nombre, si no que también los dulces rasgos de su abuela, que lograba engatusar a todos los miembros de su casa. Como consecuencia, tenia todas las de ganar dentro de la fortaleza, ya sea por su titulo de princesa (un obsequio de su dulce tío) o por el vínculo tan especial que compartía con la hija del Rey. Por lo que gran parte de su niñez y juventud, se la paso corriendo y escabullendo por los pasillos, entrelazada de los brazos con su querida prima y su mejor amiga, Alicent. Su vida se basaba en risas indiscretas, caminatas eternas, libros compartidos, chismes y pasteles de limón. Eran felices y todo era perfecto. Así fue, hasta que Otto Hightower descubrió su secreto. Ya nada volvería a ser como antes, tendría que enfrentarse a los hechos y tomar la responsabilidad por sus actos. La infancia acabo para las tres, los bandos se comenzaron a formar y Daella tarde o temprano tendría que escoger un bando. Lealtad u honor. Sabía que la guerra terminaría por destrozar su corazón. ❝Esta es la maldita guerra de mi vida y tú la iniciaste❞ -T.S Rhaenyra Targaryen x fem oc
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