Izuku es rey desde que tenía 8 años. Su madre estaba muerta, su padre le había abandonado, y lo único que le quedaba era su palacio, la riqueza y el poder que el trono le dejó. Un día, después de tanto tiempo, una carta de amenaza llegó a su reino. La guerra acechaba. Había puesto la mira en su pueblo, en él, y en su gente. La guerra había comenzado, y esta vez, la paz no podría apaciguar la ira de sus enemigos.