Frágil

A Annabeth Foster con una escasa edad de diecisiete años, le cae un edificio de responsabilidades ante el abandono de su hermana mayor y la inestabilidad mental de su madre. Ahora no solo tiene que hacerse cargo de sus estudios, hogar, y su primogenitora; sino también de dos pequeños que se convierten en su razón para despertar todos los días y dar lo mejor de sí. Su hermano menor, Ethan. Y su sobrino, Adrien.

Esta gravosa situación lleva a Annabeth a olvidarse de sí misma. Descansa poco y se esfuerza demasiado. Es por ello que cuando la cara bonita de Floyd Simmons tropieza en su vida tontamente -como es natural en él-, no puede evitar sentirse atraído e intrigado por la asocial Annabeth.

Aunque su unión no es un caso fácil para Simmons, el corazón de Annabeth deshiela ante la mirada oceánica del chico castaño, de su tierna terquedad, y de su cálida protección.

Annabeth aprenderá que su camino con Floyd Simmons siempre estuvo destinado a ser efímero, pero le enseñó algo que nunca olvidaría: Que no existe corazón frágil, que no pueda convertirse en uno fuerte.