Enciende la vela, a un costado de su escritorio, mientras afuera la noche está por caer, los pequeños rayos de luz, entran por las rendijas de las maderas, saca el tintero, mientras coloca la pluma dentro.
-es quizá un buen momento, para empezar.
saca la pluma y toma el cuaderno y empieza a trazar una nueva aventura, una nueva esperanza, quizás algo de tragedia, quizá algo de añoranza, que será nadie lo sabe, pues solo es un escrito nuevo, uno que quizá termine olvidado, resguardado, y otro llegará a ocupar su espacio.