Rukia perdió sus poderes la noche que Ichigo Kurosaki se convirtió en shinigami. Desde entonces es parte más de sus rutinas, sus incertidumbres y cada una de sus inquietudes. Vivir en la parte superior de la clínica Kurosaki debía ser fácil. Sin embargo, la convivencia en un espacio tan pequeño provoca que ciertos límites desaparezcan. ¿Qué es lo que realmente sucedió cuando vivió con él antes de que Byakuya y Renji la llevaran de vuelta a casa? (4 relatos cortos)