Edgar Warren.
Mi nombre inspira seriedad, arrogancia y quizá sea un poco intimidante. Tal vez estés negando con la cabeza porque para ti no lo es. Perfecto, pero antes de que pongas los ojos en el techo y pienses que soy el típico millonario prepotente, déjame contarte un poco, porque eso tampoco es verdad. No saques conclusiones precipitadas.
Soy alguien que tiene a cualquiera en su mano cuando y como quiera, y no me refiero solo a las mujeres. Bien, ¿nos entendemos? ¿Te voy gustando un poco más? Quizá no, pero dame una oportunidad más. Dirijo una compañía de trasatlánticos reconocida mundialmente, aunque... a todo eso, que está muy bien, se le suman dos problemas. El primero es que se está yendo a la ruina, el motivo no puedo contártelo aquí, y el segundo es que, la culpable de que mi personalidad cambie está dentro de este libro. ¿Quieres conocerla?
Se llama Enma, y tiene el poder de destruirme o salvarme. ¿Qué crees que hará?
Permíteme que te cuente la historia del hombre al que una sola mujer dominó.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?