Cuando abrió los ojos, cosa que creía imposible pues juraba haber muerto, la luz lo recibió. Y en aquel momento nació Izuku Midoriya. Satoru Gojo quiso reír. Reencarnación. Él había reencarnado. En un mundo lleno de energía maldita, pero sin maldiciones. El sueño de cualquier hechicero. Y como era el más fuerte, le recordaría al mundo que Satoru Gojo (ahora Izuku Midoriya) había llegado para conquistarlo.