Desperté dentro de mi novela favorita, no como el protagonista, Luca Winterwald, sino como Judith, su tía maltratadora y el primer personaje en morir: ¡es hora de reescribir la historia! Entregaré a Luca a su cariñoso y añorado tío, como estaba previsto, y luego viviré mi propia vida lejos del peligro. Al menos, ése era el plan. Cuando llega su tío, Luca de repente grita: "¡No te vayas!". Ahora debo proteger a Luca de la inminente tragedia familiar, criarlo para que se convierta en un héroe y cambiar el final de esta villana.