No es culpa de Dick que no tenga las preocupaciones de Jason. Que él sabe exactamente quién engendró su nidada. Jason tiene ese recuerdo persistente de Dick tomándolo, llenándolo con su semilla solo una breve hora antes de que Slade apareciera en escena, derrotándolos y reclamándolos a ambos en una ráfaga de violencia. Su barriga había sido la que comenzó a hincharse primero, y aunque las probabilidades están muy a favor de que Slade también haya engendrado su nidada, todavía no puede evitar la pequeña duda persistente dentro de él de que eso puede no ser así el caso. Y si no lo hizo...