Aki sabía que, lejos de lo que pudiera llegar a engañarse, era especial para Himeno. Cuando le miraba, cuando le tocaba... siempre era único cuando lo hacía ella. Entonces se planteaba que, quizás, Aki también debería aceptar que ella era importante para él. Quizás no estaba tan mal bajar la guardia y encontrar algo de luz en aquel infierno.