Desterrado de su hogar no tuvo mas remedio que unirse a las cookies of darkness, no era para anda felíz allí pero las palabras de su padre retumbaban en su cabeza al igual que sus acciones atravesaban su corazón como un puñal logrando así que tratase de convencerse a si mismo que pertenecía allí, pertenecía a la oscuridad... o eso creía. Luego de aquella misión finalmente logro liberarse, la maldición de aquella espada ya no atormentaba sus días y ahora vagaba por el bosque tranquilamente sin nadie que lo molestara, la guerra había terminado... ¿Verdad? No, aún no... aunque finalmente era libre y ya no escuchaba voces ni tenía tormentos aún quedaba una herida por sanar, la herida más profunda y dolorosa de todas: su relación con su padre; a pesar de que su último encuentro había Sido horrible y amargo aún deseaba ver a su padre, pedirle perdón por todo y quizás... Reconciliarse con él.