Si siempre estábamos destinados a vernos, a encontrarnos y a platicar indudablemente acabaríamos enamorados, pero ¿por que no estábamos juntos? Que tenia la vida en contra de nosotros para no poder estar juntos. O bueno, así lo era antes. Una historia llena de altos y bajos , que enseña el valor de tener paciencia a madurar y de entender que el destino nos tiene nuestro momento siempre.