Siempre me gustaron las personas con carácter. Que fueran crudas al decir lo que piensan, astutos, con miradas agudas. Quizás por mi propia personalidad altanera me gustaban tanto los villanos en las historias, sin embargo, la vida no es como las historias que suelo leer. Tener una personalidad muy brusca trae consecuencias, a la vez, tener una personalidad muy sumisa equivaldría a lo mismo. Problemas, problemas, y más problemas. Las personas eran masas hipócritas que se aglomeraban según su nivel de desfachatez. El calor era irritante, el frio era irritante. El trabajo era rutinario. Los estudios eran una copia sin fin de conocimientos abstractos, que solo se limitaban a darnos migajas como polluelos en un gallinero del cual no se puede salir.
Lea, camille, Andrea, Iris... y muchos nombres mas, todos reducidos a un juicio por igual. Esta es la historia de un Dios que juzga, que no es omnipotente, que siente y duele. Que acepta que ser humano es mejor que ser un ser superior. Que llora, grita, vive.
Envuélvete en una fantasía en donde el sexo, la bipolaridad y el amor, llega al limite con nuestra protagonista. Bienvenidos a una vida de muchas, en donde el principio es el final.
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Aclaratoria: la imagen no me pertenece.
Contiene violencia, escenas de sexo, cambios de personalidad, y un sinfín de cosas turbias.
¿Es posible alcanzar la eternidad, o esta es tan solo una simple sensación?... ¿Es posible convertirte en lo que quieres ser a pesar de la edad que tengas? ¿Puede uno sanar un corazón malherido cuando lo creías todo resuelto? ¿En algún momento de nuestras vidas podremos despegarnos de las etiquetas que se nos asignan? ¿Una puede lograr brillar a su manera si así se lo propone? ¿Decirle al mundo quien eres ya te soluciona los problemas? ¿La resiliencia también existe para los cuervos? ¿Puedes olvidar por completo el pasado permitiéndote así seguir con tu vida? ¿Se está tan roto como se dice? ¿Contra la muerte y la enfermedad se puede luchar? ¿De verdad estamos bien cuando insistimos en ello, o lo decimos para contentar al resto a pesar de que nuestras inseguridades continúan susurrando nuestro oído? ¿Cuándo eres fuerte o débil? ¿Qué es lo que más temes?... ¿Todas estas dudas nos hacen eternos?
Hay historias que se logran cruzar entre si en un instituto, gracias a las intenciones de una psicóloga para llevar acabo un doctorado sobre el estudio de la mente de los adolescentes. Historias como las de Ángeles, Jorge, Carmina, Yina, Raven, Andrés, Saúl, Julio, Sandra, Irene y Marc, ya habían comenzado a ser escritas. Pero es la unión y el cruce entre todas ellas, las que dan comienzo a una nueva historia...