Kyungsoo es conocido por ser explosivo en todo el sentido de la palabra, la clase de chico que prefiere estar solo, que quiere concentrarse en los estudios y guardar silencio gran parte del tiempo. En la universidad es difícil huir de los enamoramientos, sin embargo, el pequeño pelinegro ha logrado esquivar el amor, reduciendo sus días a ir de clase en clase y obtener notas perfectas sin ayuda de nadie.
Las cosas cambian cuando un lunes tras salir de su última clase (y por lo tanto de su última pelea con los profesores en el día) se encuentra refunfuñando sobre la lógica que tiene su asombrosa teoría y la poca aceptación que recibió al presentarla, es ahí cuando un impacto inesperado manda no sólo sus apuntes al suelo sino que también echa sus días de paz al caño; accidente tras accidente, pelea tras pelea, gruñido tras gruñido, sonrisa tras sonrisa, hoyuelos y mejillas rosadas, cartas, café amargo, vainilla y canela, susurro tras susurro le envuelven por completo y ya no puede huir más.