Acompaña a Yang, el Principe hijo adoptivo del Rey de Neoxa, un joven de una raza distinta que fué tomado bajo su cuidado en tiempos de guerra en el vasto mundo de Keneor. El Joven Príncipe está destinado a cargar con la pesada responsabilidad de proteger el reino cuando su momento de brillar llegue; además de ser el único representante humano dentro de un reino repleto de Druidas, raza dominante de Neoxa. Una misión que conlleva una gran carga que portar, pues la situación política es tan frágil como el cristal estando en un mundo al borde de la guerra con otros sitios recónditos del planeta; pero tarde o temprano comprenderán que esto es solo el comienzo, pues una amenaza de las energías del caos y las atemorizantes criaturas provenientes de un sitio desconocido está siempre presente.