Después de un terrible accidente de auto, en el que YoonGi obtuvo el mayor impacto, con un par de cicatrices que dividían en tres partes su rostro, después de que decidiera que nadie más lo iba a amar por esa condición, conoce a Jimin, un hombre al que las apariencias no le interesan, solo el corazón de esa persona. -¡¿que no ves?! ¡soy horrible!- grito Min, al borde de el llanto. -Yo solo veo, a un maravilloso chico, de bonitas mejillas pálidas.- le sonrió. -Dices eso, por qué tienes un rostro perfecto.- susurro YoonGi a nada de llorar. -No YoonGi, yo también tengo defectos, pero tus heridas te hacen hermoso. entiéndelo.- beso su frente y luego sus labios. -Son solo marcas... estas no te definen como persona.- sonrió.