La vida de Celeste está lejos de ser un cuento de hadas. Es por eso que ha decidido que si ella no se salva a sí misma, nadie lo hará. No quiere encontrar a su Príncipe encantador, no quiere a ese chico que la va a salvar de su vida, sinó todo lo contrario, ha decidido que va deshacerse de él. Los miembros de la realeza del Reino de Cristal están siendo envenenados, pero nadie sabe quién está detrás de esos actos. Bueno, en realidad, Celeste sí que lo sabe y no va a parar hasta que la corona esté encima de su cabeza.