Noah Diggory, hermano de Amos Diggory, quién lo diría, ¿verdad?
El chico no soportaba serlo, por lo tanto, no nombraba su apellido,
pero era muy diferente a su querido hermano, le gustaba lo paranormal,
siniestro, raro, complicado... Era un Ravenclaw muy curioso.
Por otro lado, estaba Sirius Black, odiaba con su alma a su familia y
sus creencias, por eso se juntaba con los merodeadores, no solo para
molestarlos, si no porqué de alguna manera se hicieron su familia en muy
poco tiempo. Lo que nunca creería, era que se enamoraría de ese raro chico,
pero lo hizo. Todo era raro, diferente... Pero le gustaba.
¿Qué pasaría si una preadolescente entrara al juego del calamar? Todos los jugadores tienen deudas, problemas, algo que los llevó ahí... pero ella no.
Nadie le dio la tarjeta, nadie pensó en reclutarla. Sin embargo, no podían sacarla.
Era demasiado tarde; ya era parte de los juegos.