Caminaba tranquila por mi habitación, cuando noté que había un tablón un poco salido, y que sonaba hueco. Me senté, y comencé a darle golpes con mis nudillos, hasta que detecté el espacio hueco. Me apresuré a sacar esos dos tablones sueltos, y vi aquel libro, viejo, muy viejo, con una portada de cuero desgastado, al abrirlo se cayó un papel color café desgastado. Al abrirlo, vi algo fuera de lo común a parte de la aparente antigüedad de ese. Lo que había en él, había sido escrito con tinta y una pluma, no con un bolígrafo ni un lápiz. Para leerlo me senté en el pequeño banco bajo mi ventana, la cian estaba abierta, y comencé a leer línea por línea.
-"No lo soporto más, todos dicen que soy un inútil, y que no sirvo para nada. Hace poco escuché que hay un lugar donde los que no tienen familia, los que no tienen hogar y los que se sienten perdidos pueden vivir. Una tierra donde la magia rebosa, y donde las reglas no existen. Solo tienes que pronunciar las palabras, yo creo"-relaté en voz alta-que curioso, me pregunto si ese lugar tan caóticamente hermoso existirá. Me gustaría poder visitarlo.
-Tus deseos son ordenes amor-dice una voz en mi ventana, un acento británico inundó mis oídos, y me percaté de que aquel muchacho hablaba inglés.
Por dentro estaba realmente aterrada, pero simplemente me giré sin dudar y hablé.
-¿Quien eres tú?-pregunté en su misma lengua para que me entendiera.
En ese momento, me sentía intrigada por ver qué clase de aventura me aguardaba, pero no sabría que aquellas palabras me condenarían por siempre, a amar a el peor de todos los villanos.
-Oh, me disculpo si no me he presentado. Soy Peter, Peter Pan.All Rights Reserved