Y ahí estaba... sola, con un vacío en mi pecho que no me dejaba respirar, veía como el me daba la espalda y se alejaba de mí, sentía como las lágrimas caían de mis ojos, queria gritarle... quería rogarle que no me dejará, pero por más que lo intentara las palabras no salían de mi boca, deje de intentarlo pues ya no se veía el rastro de el, y fue entonces cuando comencé a recordar aquellos momentos, nuestros momentos...