Cambiar mi vida radicalmente no estaba en mis planes de este año. Pero la vida nos sorprende con situaciones para las que no estamos preparados, es más, ni siquiera las habíamos imaginado. Justo ahora estoy pasando por una de esas situaciones, dejar mi casa, mudarme a otra ciudad y convivir con la familia del esposo de mi madre es algo a lo que le llamo pesadilla. Si hace unas semanas me hubieran dicho que la relación con mi madre y mi hermana se volvería insostenible me hubiera reído mucho y quizás hubiera respondido que eso jamás pasaría, que éramos tan unidas y sinceras entre nosotras que nada nos separaría. Que ilusas palabras Pero ya veremos si puede ser feliz a cuestas del sufrimiento de una de tus hijas. Puede que yo no haga nada para separarla pero si espero ansiosa cumplir los dieciocho para irme de esta hacienda donde nunca pedí venir