Y pasa que un día en un segundo descubres algo mágico e inesperado; el amor, que recorre tu cuerpo con pasión, te sucumbe en suspiros, en sueños donde no puedes despertar, es cuando no oyes a tu mente susurrándote verdades y escuchas a tu corazón muerto de latidos, comunicándose contigo de una extraña manera. Y después los labios uniéndose con otros, inesperadamente se juntan, se aman en el silencio de una noche sin luna que los espíe... Dos amantes asustados de éste sentimiento.