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Nadie nunca nos ha enseñado cómo afrontar los problemas de la realidad.

Nos hacen creer desde pequeños que estudiando, trabajando y obedeciendo a los mayores nuestro futuro será perfecto, sin necesidades.

Amelie supo desde pequeña que no era así como funcionaba el mundo, no podía ser tan fácil. Tenía que haber algo, obstáculos. Algo más que esperar la muerte con la misma rutina cada dia.
Pero a esa temprana edad no se deberían saber esas cosas. ¿El problema? Lo llaman la generación rota. Porque toda esa generación sabía los obstáculos del mundo. Y Amelie no se iba a quedar atras.

Pero tampoco estaba preparada para afrontarlo.

Afrontar ese algo que la hacía saber que la vida era imperfecta.