FUE MUERTO Y SEPULTADO EN ALFAJARíN
19 parti Completa Imagina, o mejor, siente; el desgarro de un alma que bien podría ser la del Jesucristo del siglo XXI.
Un Cristo real, de carne y hueso.
Un Cristo contemporáneo.
Tu vecino, tu amigo, tu hermano.
Casado, con una familia, con un trabajo, con unas metas, con hijos.
Un Jesús que siente amor, pasión, deseo sexual.
Un hombre real y actual.
Lee la historia de ese ser humano que es arrojado al abismo del dolor y la soledad. Al abandono absoluto, a la incomprensión, al destierro y al sinsentido.
Sumérgete en el relato de cómo sus ilusiones son pisoteadas.
Primero; por una familia tradicional anclada en valores caducos y antiguos, con una religión hipócrita y mal entendida, y una visión del mundo pequeña y asfixiante.
Segundo; por una mujer urbanita y sin prejuicios. Una María Magdalena de hoy en día. Una mujer "moderna", amante de las redes sociales, de la comodidad, del disfrute egoísta del propio placer, sin freno social ni moral ninguno.
El resultado de ambos mundos es al final la misma historia, la misma falta de humanidad, de sentimientos reales, la misma vacuidad.
Tachado de maltratador, de monstruo sin sentimientos, incomprendido, solo, quebrantada su alma y arrojado al abismo de la locura y la desesperación, a transitar su propio calvario.
Tapado su cadáver con una losa de olvido, para no sentir el olor a putrefacto, resultado de las acciones de dos mujeres que carecen de amor, y que son orgullo e inhumanidad.
Siente ahora cada espina clavándose en su cerebro y en sus pensamientos. Huele el olor de la sangre corriendo horriblemente por su cara y por su espalda.
Sufre cada clavo que perfora su carne, sus tendones, sus nervios, su alma.
Y todo por el capricho y la estupidez humana.
Y ahora escucha el latido de su corazón, en silencio, y siente cómo se retuerce en un dolor infinito, puesto que decidieron arrancárselo del pecho y estrujárselo como si fuera el de un ser sin valor.
Ya no oyes nada, ya no hay sentido. No hay nada.