Aún me recuerda

La luna llena colgaba en el cielo como un faro de luz plateada, iluminando el bosque que rodeaba Beacon Hills. Era una noche cargada de misterio y promesas, y en medio de la oscuridad, un joven hombre lobo de 16 años, Derek Hale, se encontraba en un claro, su corazón latiendo con fuerza.
Había descubierto algo que cambiaría su vida para siempre: había encontrado a su soulmate.
Stiles, un chico de piel pálida y ojos color whisky, lo había salvado de un destino aterrador, de ser envenenado por la psoriagris que emanaba del veneno de una gárgola. Pero lo que Derek no sabía era que Stiles era mucho más de lo que aparentaba.
-Derek, ¿estás bien? -preguntó Stiles, su voz suave pero cargada de preocupación. Sus ojos, que a veces brillaban como el oro, ahora mostraban un destello carmesí, un recordatorio de la sed de sangre que corría por sus venas.
-Sí, solo... -Derek dudó, sintiendo el peso de la decisión que se avecinaba. -Solo necesito entender lo que está pasando entre nosotros.
Stiles dio un paso más cerca, su mirada intensa.
-Vivirías por mí, ¿verdad? -dijo, mientras se cortaba la muñeca con un movimiento rápido y preciso. La sangre brotó, un líquido oscuro y seductor que brillaba bajo la luz de la luna. -¿Estarías dispuesto a arriesgarlo todo?
Derek sintió un escalofrío recorrer su espalda. La conexión entre ellos era innegable, pero también lo era el peligro que representaba.
En ese momento, Paigen, la humana que había capturado su corazón, apareció en el claro, su rostro lleno de preocupación.
-Derek, no lo hagas... -dijo, acercándose con pasos firmes. -Morirías conmigo si eliges ese camino.
La tensión en el aire se volvió palpable. Derek se encontraba en una encrucijada, atrapado entre dos mundos: el amor humano que había conocido y la atracción peligrosa hacia Stiles, un híbrido mitad brujo, mitad vampiro.
-No sé qué hacer... -murmuró Derek,