El día en el que Dakota se mudó de Flechtingen a Magdeburgo, estuvo feliz de haber escapado de las manos de su sobreprotector padre para vivir con su adorada y vieja abuela...Desde que Dakota cruza la puerta de esa vieja casona, su mundo se va a ver revuelto por un muchacho que constantemente le hace perder la paciencia. -¡Solo baja el volumen! ¿Quieres? -¡No quiero! -gritó con diversión y la castaña se giró agresivamente para lanzarle una mirada asesina- Por cierto, ¡linda bata!