Laila no a tenido una vida fácil. Sin embargo, la lectura y su mejor amigo Thomas han sido un gran apoyo para ella.
Thomas siempre la a colmado de cariño estando siempre a su lado desde que son pequeños, el lo sabe todo de ella y ella todo de el, podría decirse que son el uno para el otro, en su amistad, no a pasado nada que sea fuera de lo fraternal. Pero la pregunta que a estado rondando la cabeza de Laila es, ¿Podrían esos sentimiento de amistad volverse aun mas fuertes y convertirse en algo mas que amigos?.
Sin embargo, todo da un giro de 180 grados cuando Laila tiene que mudarse a Paris, Francia, por cuestiones del trabajo de su madre. Cambiando así, sus planes para estudiar en Kansas y estar al lado de Thomas.
En Paris su vida se pone patas arriba, y mas cuando conoce a un chico llamado Felix, que podría cambiarlo todo entre ella y Thomas.
Felix no es como Thomas, en ningún sentido, y el y Laila son polos opuestos, sin embargo hay algo en el que llama su atención.
Felix es un chico atractivo, que se deja llevar por sus impulsos sin pensar en las consecuencias, ademas de ser todo un galán atrevido, jamas paso por la cabeza de Laila que este chico fuera a fijarse en ella, sin embargo, lo hizo.
Ahora tendrá que aclarar todos sus pensamientos, saber si en realidad puede haber algo entre ella y Thomas, o simplemente debería dejarse llevar por Felix. ¿Rosas o motocicletas?, ¿Helado o Vodka?. O ¿Dejar a los chicos y sus sentimientos de lado y leer?.
Una chica que, lamentablemente, creció en un mundo de mierda. Al cumplir los 17, sus padres la metieron en un lugar de mala muerte. Ella pensaba que era lo peor que le podría haber pasado en la vida, pero el destino no tenía ese plan...Un chico de 25 años, que es jefe de la mayoría de las cosas del bajo mundo, estuvo en el momento y lugar precisos; Donde conoce su debilidad y ella conoce que en el mundo que vivía era nada comparado con la mafia.
¿Será que ella soportará este nuevo mundo lleno de peligros?
está historia contiene:⚠️
Escenas+ 18
Violencia
Lenguaje vulgar
Amor posesivo
Toxicidad