Intenté cerrar las puertas por completo, pero no contaba con los destellos que se escabullían por las ranuras de aquellas ventanas. Así como el sol en las mañanas o las lágrimas en mis ojos, las palabras intentan escpar entre mis labios y lastiman mi garganta al obligarlas a quedarse. Escribo estos textos porque siguen buscando su rumbo y ya mis manos duelen de tanto temblar.Todos os Direitos Reservados
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