Tanjirou es conocido por su amabilidad, gentileza y en especial por su compasión hacia cualquier ser vivo. Ya sean demonios, mujeres u hombres rotos, siempre encuentra la manera de sentir la más sincera simpatía. Sin embargo, se hace una enorme excepción cuando por accidente escucha la conversación de cierto pilar grosero y uno de sus compañeros, en especifico ese que lo hace sentir más cosas de las que son apropiadas admitir y que vive en su memoria día y noche. No es momento de analizar el burbujeo en su pecho, dadas sus circunstancias y sus prioridades duda que alguna vez lo sea, pero por este momento decide que la lógica y el decoro son innecesarios y sin duda no se arrepiente de sus palabras, aunque muy en el fondo le habría gustado que sucediera de otra manera. El pilar del viento insulta a Genya, puede sentir la tristeza y la culpa brotando del cazador morado, ¿Qué más debe hacer si no es entrometerse? O: Tanjirou escucha la conversación de Genya y Sanemi en la finca del viento y se entromete. Tanjirou tiene algunas revelaciones y, por fin, comienza a entender lo que su amigo lo hace sentir.