A veces los errores no pueden enmendarse, a veces simplemente son demasiado.
A veces es nuestra sulpa, otras deja de serlo.
Las conscuencias no perdonan, esperan, pero nunca perdonan.
"Mis padres fallecieron en un accidente automovilístico en otoño del año pasado; aún recuerdo el nudo en mi estómago que se formó tras oír la noticia. Desde ese momento estuve destinado a estar solo..."
"Grito y pido ayuda, pero nadie viene, porque siempre estuve destinado a estar solo."
"Cuidado de la niña y su cámara, con una foto que te tome... desaparecerás. Tan solo hay una forma de no ser atrapado..."
"Sentía terror de ser atrapado por aquel ser."
Clic.