Hasta Encontrarte

Jimin esa noche solo había huido de casa para escapar de los gritos de sus padres.
Yoongi esa noche trabajaba en su turno para poder mantenerse y pagar la universidad.

Jimin no imaginó que esa noche lluviosa sería testigo de un accidente automovilístico justo frente a él. Dónde un chico salía por los aires después de ser golpeado por un auto a gran velocidad.

El chofer huyó y Jimin simplemente no dudó en acercarse por mera curiosidad, la gente rodeaba al chico sin poder ayudarlo.

-Dios santo, ¿estás bien?.-Preguntó al verlo sobre el asfalto. Sus ojos apenas se mantenían abiertos, su boca balbuceaba palabras sin sentido. -¿Puedes decirme cómo te llamas?.

-Y-Yo no...-El pelinegro no pudo responder, sin fuerzas cerró los ojos.

-No, no te duermas. Escúchame, dime cómo te llamas.-Siguió intentando. -La ambulancia está llegando, no te preocupes. Mantente despierto.

-N-No puedo.-Logró articular.-Me...Me duele mucho.

-¿Cuantos años tienes?.

-¿Estoy... estoy muerto?.-Preguntó entre abriendo sus ojos.-¿E-Eres un ángel?.

-No, no estás muerto y tampoco soy un ángel.-Respondió soltando una pequeña risa nerviosa.-Te han atropellado y se dió a la fuga el responsable.

-Maldito hijo de...-No terminó de decirlo cuando fue interrumpido.

-Ey, no gastes tus fuerzas en eso.-sonrió de puro alivio al escuchar las sirenas acercándose.-Tranquilo, todo va a estar bien. Irás al hospital.-Sus manos tomaron su rostro evitando que se moviera.-No te duermas por favor.

-Y-Yoongi.-Jimin frunció el entrecejo confundido al escucharlo.-Mi...nombre.

-Muy bien Yoongi.-Contestó. Los médicos llegaron y se acercaron hasta ellos. -Yo me llamo Jimin.

-Lindo nombre.-Eso fue lo último que Yoongi pudo decirle. Porque a los segundo cayó inconsciente y los médicos lo auxiliaron.

Ese día Jimin regresó a casa más temprano que de costumbre sin poder olvidar esa trágica noche.

A la semana Yoongi fue dado de alta del hospital con solo una idea cruzand